La dieta y el ejercicio mejoran la calidad de vida

Incorporar ejercicio al estilo de vida y orientar en la dieta en atención primaria parece mejorar la calidad de vida en adultos con riesgo moderado o alto de enfermedad cardiaca, además de ser coste-efectivo comparado con el cuidado estándar.
ELa mayoría de los individuos en los países desarrollados no alcanzan los niveles recomendados de actividad física, y tienen más riesgo de enfermedad y muerte, de acuerdo con los datos del artículo publicado en Archives of Internal Medicine.
"Para la evaluación de este tipo de intervención es esencial incorporar las perspectivas del individuo sobre el bienestar, no sólo de los resultados médicos", afirma Margareta K. Eriksson, de la Universidad de Umea, en Suecia.

Los investigadores evaluaron el efecto en la calidad de vida y el coste-efectividad de los programas de intervención en 151 personas con riesgo moderado y alto de enfermedad cardiovascular, de los cuales se descartaron seis.
71 participantes fueron asignados al azar para la intervención, la cual incluía ejercicio progresivo tres veces a la semana, consejo dietético y reuniones regulares de grupo.

Después de tres meses, se invitó a los participantes a grupos de reuniones a intervalos regulares y alentados a realizar al menos 30 minutos al día de actividad física.
Al grupo control, de 74 individuos, sólo se les dio información verbal y escrita sobre ejercicio y dieta en una reunión grupal.

El coste fue de 337 dólares más para la intervención de grupo que para el grupo control. Sin embargo, la media de visitas al médico de familia descendieron un 0,28 veces por seis meses entre los individuos de la intervención de grupos. Esto resultó en un ahorro de 384 dólares en la atención sanitaria y un ahorro global de 47 dólares por intervención.

"Estos resultados deberían ser observados en el contexto del impacto previo favorable en la actividad física, el tamaño de la cintura, presión sanguínea y dejar de fumar en un periodo de tres años".

Las intervenciones de alta intensidad y a largo plazo pueden producir mejoras sustanciales en la calidad de vida y ser coste-efectivas" concluyen los autores.
"Estos programas pueden ser una fuente de recursos en la atención primaria para pacientes con enfermedades que son inactivos".