Una cucharada al día no aporta muchas calorías y ayuda a mantenerse sano por sus ácidos grasos monoinsaturados.

Basta con un poco. Comiendo los mismos alimentos sin sal se pierde peso y se gana en salud. Sin cambiar de alimentación se pierde volumen.

Esto es muy importante. Se deben pesar las raciones. Las sobras son una tentación peligrosa.

Hay que beber mucho, unos dos litros diarios. El agua mantiene la línea porque no tiene calorías.

 Al menos dos horas antes de acostarse. Por la noche el metabolismo se ralentiza y los alimentos se acumulan como grasas más fácilmente.

El mejor desayuno aporta entre un 20 y un 25% del aporte calórico diario.

No hay que saltarse una comida importante. Dos deben ser comidas consistentes y las otras tres más ligeras.

 Las dietas rápidas que prometen la pérdida de muchos kilos a la semana, a la larga producen problemas de salud y se recuperan los kilos perdidos. Lo más saludable es perder entre medio y un kilo semanal.

1. La dieta debe ser variada. No hay que olvidar ningún grupo de alimentos. La alimentación ha de ser equilibrada. La regla consiste en no abusar de la cantidad de alimentos hipercalóricos e insanos